La iglesia de San Pedro Apóstol, construida a finales del siglo XVI, es ciertamente un edificio de gran belleza arquitectónica de estilo renacentista. En la fachada occidental se encuentra la puerta principal constituida por un arco de medio punto enmarcado por pilares y un frontón en cuyo vértice superior se dispone la figura de San Pedro.

De planta basilical, configurada por una nave central de mayor altura cubierta por una bóveda de cañón y dos naves laterales en las que se emplean bóvedas de arista para su cubrición. En ambos lados existen diversas capillas.

Se transmiten las cargas a través de los pilares con pilastras adosadas y de los arcos de medio punto, que a su vez sirven de separación del espacio interior entre naves.

Transversalmente a las naves se encuentra el crucero, la intersección se resuelve con una cúpula apoyada en pechinas y rematada con una linterna permitiendo más iluminación de este espacio anterior al altar.

Destaca sobre el conjunto la cabecera con un gran retablo mayor de carácter  arquitectónico, datado en 1750. Distribuido en tres calles por medio de columnas salomónicas, la madera dorada está delicadamente labrada. Cargado de decoración con motivos vegetales, se enmarca la Santísima Trinidad y la imagen de San Pedro y a ambos lados, San José con el Niño y la Inmaculada, empleando para estas imágenes madera policromada. Rematando el conjunto, destaca la pintura al temple de San Lorenzo.

A los pies de la nave principal está situado el coro, adornado con una balaustrada.

Desde el mismo, puede verse la majestuosidad de este templo, desde donde podemos apreciar el arte y lo construcción de los maestros de aquella época.

Parte de la sacristía que tiene salida a la calle las Damas se reformó, ya que al formar parte del edificio del Palacio de los Marqueses de Cañete, se rehabilitó como el resto del edificio.

Además, hace unos años se sustituyó el pavimento mediante donativos de los fieles y prestación personal de los constructores del pueblo y también se llevó a cabo la reparación de la cubierta. Por todo ello, la iglesia presenta en la actualidad un edificio bien conservado y una belleza arquitectónica que merece la pena visitar y admirar.